Gibran Kahlil Gibran Rahme

Gibran Khalil Gibran Rahme

Es conocido como Khalil Gibrán

Nombre en árabe جبران خليل جبران بن ميخائل بن سعد
Religión Iglesia católica

Fue un poeta, pintor, novelista, cuentista y ensayista, autor de numerosas obras, la más conocida: El Profeta.

Nació en Bisharri, Líbano, el 6 de enero de 1883.

bisharri

Nació en 1883 en la aldea libanesa de Bisharri, en el seno de una humilde familia maronita.
Los maronitas en Líbano constituyen uno de los dieciocho grupos religiosos que habitan en Líbano. Según algunas fuentes, hoy en día comprenden aproximadamente un 22% del total de la población libanesa.
La Iglesia católica maronita o Iglesia siríaca maronita de Antioquía es una de las 24 Iglesias sui iuris (frase latina que literalmente significa ‘de Propio Derecho’) integrantes de la Iglesia católica.
Está presidida por el patriarca de Antioquía de los maronitas, cuya sede se encuentra en Bkerké, en el distrito de Keserwan de la gobernación del Monte Líbano en el Líbano.

Escudo patriarcal maronita

Escudo patriarcal maronita

En cuanto a su primera educación escolar, ésta comienza en la Escuela elemental de Bisarri. El segundo de cuatro hermanos: Boustros, Marianna y Sultana, vivió con ellos hasta los 11 años, cuando gran parte de su familia emigra a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para trabajar y vivir. Antes de ese viaje, aprende de otras personas, entre ellas su abuelo materno, del conocimiento del arte y del saber universal, que fueron base para la literatura y la pintura, ya desde pequeño se revela como artista, tanto en el plano literario como en el pictórico. Se establecen en Boston donde cultivó con devoción el inglés, lengua que haría famosas sus novelas, aunque no olvidó el árabe, que perfeccionó tras su regreso a Líbano en 1898 hasta 1902. En Beirut frecuentaba el centro religioso maronita y nacional, Bayt al-Hikma. Aprendió francés y empezó a forjarse un estilo literario sutil, elegante y fino. Durante esa estancia en su país natal, destaca por su habilidad en el dibujo y nace en él la idea de escribir un libro, El Profeta, que con el tiempo sería su obra cumbre.

También viaja a Europa. Trabaja para la revista al- Funun y después de la desaparición de ésta, para al Saih. Precisamente alrededor de esta revista va a ser donde se conforma la agrupación literaria más importante de toda la literatura del mahyar, “la liga literaria”, fundada como tal el cuatro de abril de 1920 y en la que destacan, entre sus miembros: Yubran, Nuayma, Nasib Arida, Rasid Ayyub. Gibrán trabaja en la confección de El Profeta, que finalmente logra publicarse en 1923, con éxito total e imágenes de su propia autoría. Antes había publicado El Loco y posteriormente El Precursor. En esa época, malos presentimientos le invaden el alma y desea retornar a su patria. Su salud entonces decae constantemente hasta el final de su vida. Se casó con la mujer de sus sueños y siempre la amó hasta que murió. Obtendrá cierto reconocimiento social a partir de 1925 con lo que mejorarán sus condiciones de vida.

Gibrán nació en una familia cristiana maronita y se educó en escuelas maronitas. Fue influido no sólo por su propia religión sino también por el Islam, y especialmente por el misticismo sufí. Su conocimiento de la sangrienta historia del Líbano, con sus destructivas luchas fraccionales, fortaleció su creencia en la unidad fundamental de las religiones, que sus padres le inculcaron acogiendo a personas de distintas religiones en su hogar.

Elegimos del libro Sonrisas y lágrimas (1914) el siguiente texto:

LA VOZ DEL POETA
(Primera parte)

La Fuerza siembra en lo hondo de mi corazón,
y yo cosecho los manojos de espigas,
y los entrego en gavillas
a los hambrientos.

El Espíritu vivifica,
mi pequeña viña.
Yo exprimo sus racimos
y de su jugo doy de beber
a los sedientos.

El Cielo llena mi lámpara con aceite,
con la que desde mi ventana,
alumbro el camino de los transeúntes, ,
en las noches oscuras.

Yo hago todas estas cosas,
porque ellas constituyen
la razón de mi existencia
y de mi ser.

Si la vida me privara de ellas,
pediría a Dios mi muerte;
porque la Muerte es más propia
de un Profeta perseguido,
y más digna de un poeta que vive
extraño entre los suyos…

Los hombres rugen como tempestad;
yo suspiro con sosiego y quietud;
porque vi que la violencia del huracán
desaparece y se extingue
en el abismo del espacio,
mientras que el suspiro permanece
con la permanencia de Dios.

Los hombres se apegan a la Materia fría;
yo busco el calor del fuego para ajustarlo
a mi pecho y así quemar mis costillas
y mis entrañas.

Porque encontré que la Materia mata al hombre sin dolor;
mientras que el Amor le hace vivir en medio del sufrimiento.

Los hombres se dividen
en tribus y clanes;
se enorgullecen de pertenecer
a tal pueblo o tal región.
Yo me encuentro extraño
en un. solo país;
forastero en una sola nación.

Mi Patria es la Tierra entera;
la familia humana es mi familia.
Todos sus clanes son mis clanes;
porque encontré que el hombre era débil,
dividido sobre sí mismo, desde su niñez.

La Tierra es pequeña y estrecha,
y es de supina ignorancia,
dividirla en reinos y Emiratos…

Los hombres se unen para destruir
el Espíritu del Bien;
se asocian para edificar mansiones,
para los caprichos de los instintos.
Ante esta triste escena,
yo me encuentro solo, de pie, llorando la suerte
de esta desdichada Humanidad.

Mas, dentro de mí, oigo la Voz
de la Esperanza, diciéndome:
“Tal como el Amor hace revivir
el corazón humano,
en medio de los dolores,
así la ignorancia le ayuda
a encontrar el Camino de la Verdad”.

Dolores e Ignorancia se convierten
en un solo gozo,
y perfecto conocimiento;
porque la Sabiduría de Dios
no ha creado, en vano, cosa alguna
bajo la faz del sol.

LA VOZ DEL POETA
(Segunda parte)

Amo la Tierra donde nací,
la recuerdo: por su belleza,
por su cielo, su aire y sol.
Amo a sus habitantes,
por su pobreza e infortunio.
Empero, si mi gente
se levantara en armas,
impulsada por aquello
que llama “patriotismo”,
a invadir un país vecino,
matando a su gente,
sembrando los caminos
de cadáveres de niños y mujeres,
repudiaría a mi pueblo
y a sus habitantes.

Amo a mi Tierra natal;
y añoro volver a ver
la casa donde nací;
empero si mi casa se negara
a dar un pan a un hambriento,
cambiaría mi amor por repudio,
y, mis deseos, en olvido;
porque la casa que niega su pan
al hambriento, o un refugio
al que no lo tiene,
esa casa merecería ser destruida…

La Humanidad es un Espíritu Divino
en la Tierra.
Predica el Amor y señala
el Buen Camino, pero a gente
que ríe y se burla de su prédica.

Esa gente así hizo con Sócrates,
dándole de beber cicuta.
Así hizo con Jesús,
colgándole de una Cruz.

Atenas mató a Sócrates
y le inmortalizó;
Jerusalén crucificó al Nazareno,
y eternizó su Evangelio.
Los que se burlan del Espíritu Divino
no pueden detener el avance
de sus seguidores.

Estos vivirán y para siempre.

LA VOZ DEL POETA
(Tercera parte)

Tú eres mi hermano. Ambos somos hijos
de un solo Espíritu, sacro y universal.
Tú eres igual a mí, porque ambos somos cautivos
de dos cuerpos amasados de un mismo barro.

Tú eres mi compañero,
en el Camino de la Vida.
Tú me ayudas a conocer la Esencia
de la Vida, que está oculta,
detrás de las nubes
de nuestra vergonzante ignorancia.

Eres mi hermano, un ser humano,
que yo amo. Di de mí lo que quieras,
pues el mañana será nuestro mejor Juez,
y tu palabra el claro testimonio
ante su Tribunal. Ella me hará justicia.

Toma de mí lo que quieras,
porque no serás más que aquel
que me despoja de la bolsa,
dinero, cuya ínfima parte,
te pertenece con justicia,
eso si llegaras a conformarte
con esa ínfima parte…

Haz de mí lo que quieras,
pues no serás capaz de tocar mi realidad.
Derrama mi sangre, quema mi cuerpo,
que no me harás doler el Alma
ni la podrás matar.

Sujeta mis manos, encadena mis pies;
arrójame a las cuevas sombrías de la prisión;
tú no podrás matar mis IDEAS,
que son como el aire que llena
este espacio infinito, sin fin…

Tú eres mi hermano y yo te amo.
Te quiero ver arrodillado en tu mezquita,
en tu sinagoga, en tu Iglesia.
Tú y yo somos dos hijos de una misma religión,
que es la del Espíritu Santo,
que abarca la Vida entera.
Los Jerarcas de las diferentes ramas
de esa Religión, son como los dedos
de la Mano de Dios, cuyo Índice
señala la Perfección del Alma
y su Belleza Divina.

Te amo por el amor a tu Verdad
emanada de la Mente de Dios;
aquella Verdad que, por ahora, no la veo,
debido a mi ceguera, pero que la venero
y la considero sagrada, porque es obra
del Alma Universal.

Aquella Verdad tuya se juntará con la mía,
en un cercano futuro, tal como se juntan
las exhalaciones de las flores,
tornándose una sola-única-eterna
con la Eternidad de la Belleza y del Amor.

Eres mi hermano y yo te amo;
porque te encontré débil
ante los fuertes y los déspotas.
Te amo porque te encontré
pobre y necesitado,
frente a los palacios
de los codiciosos,
y ricos prepotentes.

Lloré tu suerte, y a través de mis lágrimas,
te vi en los brazos de la Justicia,
que te sonreía, amorosamente,
mientras miraba, con desdén,
a tus perseguidores.

Eres mi hermano y yo te amo.
El Egoísmo ha provocado
la ciega competencia,
que, a su vez, originó el fanatismo.
La Egolatría creó y sostuvo el Gobierno,
que engendró las discordias y el despotismo.

El buen gobierno es saber conservar
y propagar la Ley Natural,
Justa y Universal.
¿Dónde está la Justicia de un gobierno
que ejecutó al criminal, y encarceló al ladrón;
pero que luego avasalló la libertad del vecino
matando a miles de inocentes y pueblos indefensos?

Yo te amo, hermano.
El Amor es Justicia
indivisa, con sus más amplias
y sublimes manifestaciones.

Si no soy justo contigo,
y con todos los demás pueblos del mundo,
no seré más que un vil hipócrita,
que cubre la fealdad de su maldad,
con el velo sutil del Sublime Amor.

LA VOZ DEL POETA
(Epílogo)

Yo tengo un amigo de mí mismo,
que en las horas aciagas me consuela,
y me conforta en las vicisitudes
de la vida.

Si el hombre no es amigo de sí mismo,
es enemigo de todo el mundo.
Si no encuentra en sí mismo
al Buen Amigo, sincero y leal,
muere de desesperación.

La Vida surge del Interior del hombre
y no proviene del ambiente que le rodea.

Yo vine a este mundo a decir
una Palabra: Viva y Alada.
Y la diré.
Si la Muerte me sorprende,
antes de decirla al Mundo,
la pronunciará el mañana.

El Mañana no dejará un secreto,
en el Libro de la Vida,
sin revelarlo a los hijos de Dios.
Nací para vivir en la Gloria del Amor,
y beber la diáfana Luz de la Belleza.
Y ahora, heme aquí: un ser vivo,
al que la gente no podrá alejar
de su propia Vida.

Si me privan de mis sentidos:
vista, oído y tacto,
viviré con mi Ojo Interior,
que es mi propia Alma,
y que es Hija del Amor.

Vine para ser de todos, para todos.
Lo que hoy hago, en mi soledad,
lo revelará el Mañana.
Lo que hoy hago y digo,
con una sola lengua,
el Mañana lo dirá,
en todas las lenguas
de la Humanidad.

 

Este artículo se lo dedico a la pacífica y trabajadora comunidad sirio-libanesa de Argentina.

Fuentes: Wikipedia, https://es.scribd.com/document/203604857/Poemas-Y-Parabolas-Gibran-Khalil-Gibran-Tr-Jose-Guraieb

 

 

 

 

 

Imprimir