“Y entonces será revelado ese inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” 2 Tesalonicenses 2:8
“La vidente asegura que los Estados Unidos han de representar un papel principal en este desarrollo, pues cuando el conflicto entre Dios y Satán alcance un estadio decisivo, se manifestará en esa nación a través de la beligerancia declarada entre las fuerzas del Anticristo -que pretende ser él el Cristo que no es- y los seguidores del verdadero Cristo. El papel dirigente de Estados Unidos en esta tragedia se le hace presente en recientes visiones y revelaciones; según ello, aparecerá un grupo que copará de hecho el control de la vida norteamericana, empeñado en producir el caos a cualquier precio, preparándose a la nación para la venida del profeta del Anticristo”
“Su dominio, explica Jeane Dixon, será la seducción intelectual de la humanidad. Significa una mezcla de ideología política, filosófica y religiosa que arrojará a las poblaciones del mundo en una profunda crisis de fe en Dios”
Con enseñanza y propaganda el profeta excitará a la gente no sólo a aceptar al Anticristo sino mejor a desearlo con todo entusiasmo, para crear las condiciones de su venida y participar activamente en organizar el aterrorizante despotismo de su Imperio Mundial. Segundo, habrá “milagros”, signos y maravillas que “engañarán a los habitantes de la tierra”; su más convincente signo será la conquista de los poderes de la naturaleza, de los cuales el “fuego del cielo” será el signo último; no se tratará de eventos sobre- o preternaturales sino más bien prodigios de la ciencia y hazañas humanas, pero interpretadas como para apartar a los hombres de Dios, y hacia la veneración del Anticristo.
el ideológico y falsamente científico profeta desarrollará la imagen de un orgulloso y altanero espíritu de ciencia anti-Cristiana que parecerá hacer pasadas de moda e inaceptables muchas tradiciones religiosas en ese día “iluminado”. Es esta imagen la que muchos hombres adorarán…
Jeane Dixon, una hija de unos adinerados inmigrantes alemanes, nació en las primeras décadas del siglo pasado en Wisconsin con el nombre de Lydia Emma Pinckert. Desde muy joven recibió una estricta educación católica, y también sintió que tenía un don para la videncia.
Un elegido vidente no es necesariamente un santo. Para que sea oficialmente santo alguien tiene que ser declarado ritualmente por la Iglesia Católica. Pero Dios se vale de agraciar con estos dones a sus elegidos para cumplir el divino propósito de la Providencia.
Métodos desaprobados por la Iglesia, que sin embargo funcionan con los elegidos
Afirmaba que su don provenía de Dios, aún cuando usaba métodos que la Iglesia Católica condenaba públicamente, como el uso de la bola de cristal. En un caso similar Nostradamus usaba la técnica de Branchius, el profeta délfico de Grecia, para sus visiones.
Tampoco en su vida personal mantuvo la ortodoxia católica: se casó con un divorciado de quien tuvo su apellido Dixon.
El fin justifica los medios y el Todopoderoso ‘Pantocrator’ hace lo que quiere, cuando quiere y como le da la gana
Jane Dixon no tuvo escrúpulos en aprovechar sus dones adivinatorios para ganar la lotería en más de 45 ocasiones, lo que aumentó todavía más su popularidad. La gente repletaba los estadios para escuchar sus charlas de 15 minutos, pagando los 100 dólares (una verdadera fortuna para la época) que costaba la entrada para escucharla solo un momento. No obstante, todos los beneficios económicos que Dixon obtuvo los donó a su organización caritativa “Children to Children”.

Jeane Dixon, su crucifijo católico y su célebre bola de cristal
Estados Unidos de América ¿la casa del anticristo?
Cualquier país puede ser habitación del mal en un momento histórico determinado como lo fue el Imperio Romano asesino de cristianos y judíos (aunque luego convertido por el insigne Constantino, el hijo de Santa Helena), la Alemania nazi (que mató a judíos pero también a cristianos, entre los millones que asesinó), los países comunistas que propagaban equivocadamente el ateísmo (que produjeron mártires como por ejemplo el primer santo argentino, San Héctor Antonio Valdivieso Sáez), la Argentina de los desaparecidos producto del llamado plan Cóndor de Kissinger, que dejó como mártires a obispos católicos como Angelelli, Ponce de León, o curas y monjas como De Dios Murías, Pedernera, Longueville, el palotino padre Kelly y sus compañeros, el padre Mugica, las monjas Domon y Duquet, y tantos otros de los cuales nos vamos enterando a cuentagotas. Pero una cosa son los poderes que gobiernan un país y otra los pueblos. Y si los pueblos son devotos: VOX POPULI VOX DEI, como en el caso de Jeane Dixon.
Extractamos este texto del libro Tiempo de Profecías de Fernández de Obieta, donde recopila los dichos de variados videntes; consigna el nombre de ella como Dickson y no Dixon. No es un texto sibilino a los que estamos acostumbrados, sino de una claridad meridiana. El que quiera ver que vea y el que quiera seguir permaneciendo ciego que lo haga y se atenga a las consecuencias.
Jeane Dixon anticipa la llegada del Anticristo
Jeane Dickson (Dixon) apoya su afirmación en hechos documentados, incluso la preparación de una biblia satánica. Algunos teólogos sostienen – agrega – que cuando esto ocurra el mundo estará maduro para la venida del precursor, el “profeta” del anticristo. Esto conducirá a la más refinada forma de idolatría, la autoveneración del hombre, pero no se dará cuenta de que es realmente Satán, la serpiente, lo que está venerando.
A medida que el profeta del Anticristo presente su ideología, los hombres se asombrarán del progreso de la civilización, cegados por el alto nivel de vida. La Sociedad se venerará a sí misma y alabará sus propios avances tecnológicos. “Yo soy poder y no tengo necesidad de Dios”, dirán muchos. “Mi conocimiento humano es suficiente para mí”. Esto es para Jeane Dickson (Dixon) la seducción esencial por la cual Satán manipula al hombre y lo lleva a la falsa adoración de sí mismo. Satán se le mostró en una visión o manifestación psíquica como una serpiente, y ella vio la sabiduría de las edades reflejada en sus ojos; vio la batalla que Eva luchó y perdió cuando se encontró frente a frente con él… Satán está ahora viniendo abiertamente a seducir el mundo, y debemos estar preparados para los acontecimientos inevitables que van a seguir.
A medida que el profeta del Anticristo presente su ideología, los hombres se asombrarán del progreso de la civilización, cegados por el alto nivel de vida. La Sociedad se venerará a sí misma y alabará sus propios avances tecnológicos. “Yo soy poder y no tengo necesidad de Dios”, dirán muchos. “Mi conocimiento humano es suficiente para mí”
La vidente asegura que los Estados Unidos han de representar un papel principal en este desarrollo, pues cuando el conflicto entre Dios y Satán alcance un estadio decisivo, se manifestará en esa nación a través de la beligerancia declarada entre las fuerzas del Anticristo -que pretende ser él el Cristo que no es- y los seguidores del verdadero Cristo. El papel dirigente de Estados Unidos en esta tragedia se le hace presente en recientes visiones y revelaciones; según ello, aparecerá un grupo que copará de hecho el control de la vida norteamericana, empeñado en producir el caos a cualquier precio, preparándose a la nación para la venida del profeta del Anticristo.
En Apocalipsis 13.11-15, san Juan describe algunos de los signos y deberes del profeta del Anticristo.
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