Del lado de la ciencia: la arqueología

En el septiembre de 1968, un tal doctor Mason Balantyne, arqueólogo submarino, se encontraba nadando en la costa de Bimini norte en las Bahamas. Estaba a unos 900 metros de la orilla, en una zona de tres metros de profundidad, cuando tuvo la fortuna de atisbar centenares de rocas planas, de un metro cuadrado, colocadas siguiendo un patrón regular.

Ubicación de Bimini

Del lado del Cielo: la fe

“El vidente norteamericano Edgar Cayce citó tres períodos declinantes del continente de la Atlántida que se extendía desde la región ocupada hoy día por el mar de los Sargazos, en Occidente, hasta las Azores, en el Este. Los dos desastres tuvieron lugar aproximadamente quince mil seiscientos años antes de Jesucristo, cuando la masa continental se subdividió en cinco islas, y el último, diez mil años antes de Jesucristo, cuando las tres islas mayores, junto con algunas pequeñas, fueron engullidas por el mar de la noche a la mañana, tal como señala también Platón.

“Edgar Cayce (1877-1945) profetizó, el 28 de junio de 1940:

– Antaño, las islas Bimini, ochenta kilómetros al este del litoral de Miami, formaron parte de la isla atlante Poseida. Esta figurará entre las primeras partes de la Atlántida que resurjan. Se espera ocurra así de 1968 a 1969.

Efectivamente , el vaticinio de Cayce tuvo una espectacular confirmación. El conocido arqueólogo, doctor Manson Valentine, ex catedrático de Zoología en Yale, informó que, durante los años 1968, 1969 y 1970, había hecho unos sensacionales descubrimientos en aguas de las Bahamas, ante la costa de Florida: edificaciones similares a los templos mayas. Por ejemplo, una plaza de mercado rodeada por paredes escalonadas en pronunciado declive. Valentine describe el material como una especie de mampostería cuya construcción se debe, sin duda, a la mano del hombre. El cree que esos edificios piramidales pueden ser parte de la Atlántida”.

Ruinas sumergidas de Bimini

Ruinas sumergidas en Bimini; algunos dicen que son naturales; ¿lo serán?

Arqueología desde el Cielo: la casa de la Asunción de la Virgen María en Éfeso

La Casa de la Virgen María es un lugar religioso cerca de Éfeso, a siete kilómetros de Selçuk, donde, según la tradición del lugar, el apóstol San Juan llevó a la Virgen María después de la crucifixión de Cristo, huyendo de la persecución en Jerusalén, y hasta su bienaventurada Asunción. Pero ¿cómo se descubrieron sus ruinas?

Éfeso - Turquía

Panaya Kapulu

… creemos importante destacar el “descubrimiento” de un lugar de indudable importancia para gran parte del mundo cristiano. Se trata de la casa en que vivió los últimos años de su vida la Virgen María.
Este extraordinario descubrimiento arqueológico se produjo el 29 de julio de 1891, siguiendo las indicaciones que había hecho la vidente Catalina Emmerich, una inválida que vivió en un convento alemán hasta su muerte en 1824. En su libro “Vida de la Santísima Virgen” la vidente expresa:

“San Juan condujo a Maria a los alrededores de Efeso, cuatro o seis años después de la Ascención. La casa, que había hecho construir de antemano era la única que se hizo de piedra”.

A continuación daba la información necesaria para encontrarla sobre un monte, cerca de Efeso. Siguiendo tan poco ortodoxas informaciones -desde el punto de vista arqueológico- fue posible encontrar la casa que se encontraba casi totalmente derruida.

Panaya Kapulu es una mezcla de griego y turco que podría traducirse aproximadamente como “Puerta o Casa de la Virgen Santísima”. Se encuentra ubicada en la serranía de Bülbüldag, Monte del Ruiseñor, de poco menos de quinientos metros de altura sobre el nivel del mar. Desde su cumbre es posible contemplar las ruinas de Efeso y el Mediterráneo. En dicho lugar se habría producido “La Dormición” de la Virgen María, antes de su Asunción a los Cielos.

Casa de la Virgen de la Asunción

Arqueología desde el Cielo: la beata agustina y futura santa Ana Catalina Emmerick y sus visiones

Catalina Emerich o Anna Catalina Emmerick tuvo visiones que llevaron a Mel Gibson a tener material para realizar su película La Pasión de Cristo y a arqueólogos a descubrir los restos de Ur, en Caldea, ciudad natal de Abraham, padre de todos los judíos por parte de Isaac y de todos los musulmanes por parte de Ismael, sus dos hijos.

Ubicación de la ciudad de Ur

El relato de la Pasión tal y como ella la ve, comienza con la Última Cena y concluye con la Resurrección. El estilo del libro es muy directo, con gran fuerza, debida a una prosa muy sobria, sin dar lugar a los comentarios; su lectura engancha de tal modo que no se puede abandonar hasta el final. Dividido en escenas muy breves, que bien podrían asemejarse a óleos llenos de expresión, narra la Pasión de Jesucristo desde la Oración en el Huerto a través de minuciosas descripciones concretas de personas, lugares y acontecimientos, expresadas muy vivamente, por lo que resulta comprensible que este libro haya servido de gran ayuda e inspiración para el católico director y actor de cine Mel Gibson, a la hora de hacer su película “La Pasión de Cristo”. Cuenta el mismo Gibson que se encontraba rezando en su despacho tratando de ser iluminado sobre el guión de su película, cuando este libro de Ana Catalina se desprendió de la librería y cayó sobre su regazo, como una señal del cielo.

Mel Gibson

La veracidad de lo que vio Ana Catalina a todo lo largo de su vida, ha servido de punto de partida para realizar numerosas investigaciones arqueológicas. Con sus visiones en la mano descubrió Reynolds *(faltan referencias) los restos de la ciudad de Ur de Caldea.

Así lo cuenta Víctor Sueiro en su libro Año 2000 Las profecías:

Ana Catalina Emmerich nació en Westfalia en 1774. Fue una monjita de alta potencialidad mística. En 1820 describió de manera increíblemente minuciosa las calles, casas, plazas y hasta montículos rocosos que conformaban Ur, el lugar donde había vivido el bíblico Abraham. Incluso determinó con asombrosa exactitud el sitio donde se hallaba Ur, sepultada por el tiempo. Treinta años más tarde, el arqueólogo norteamericano Taylor *(no Reynolds) decidió probar suerte en el lugar señalado por la mística y, luego de trabajosas excavaciones, encontró todo tal como lo había descripto Ana Catalina, quien ya había muerto en el convento de Dulmen en 1824. La monjita tuvo infinidad de visiones incluyendo un viaje espiritual (lo que hoy se da en llamar “viaje astral” ) al Paraíso, el que describió como contenedor de las más bellas cosas de la tierra y de otras inimaginables en su hermosura.  …


La recientemente descubierta morada de la Virgen en Éfeso resultó ser también tal como ella la había descrito. Del mismo modo se descubrieron en 1981 los pasadizos bajo el Templo de Jerusalén, que Ana Catalina vio al contemplar el misterio de la Inmaculada Concepción de María, dogma que no sería proclamado por la Iglesia hasta treinta años después de la muerte de esta vidente.

Fuentes: Paradigmas, de Gustavo Frías, Internet, www.agustinassanmateo.org, http://legadohistoria.blogspot.com/2015/02/el-misterio-de-las-islas-bimini.html, Wikipedia

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